Oraciones del Migrante

 Oh Cristo Peregrino, Tú que hiciste de tu vida un caminar hacia el encuentro con los hermanos para llevarlos al Padre, te pedimos por los migrantes más pobres y abandonados. Señor, condúcelos hacia una tierra que los alimente sin explotarlos ni quitarles la identidad. Que tu Espíritu los fortalezca en el amor y la esperanza para que continúen el camino hacia la tierra prometida viviendo la justicia, la solidaridad y la paz. Concédenos la gracia de acogerlos con fe y caridad, ayudándolos a caminar con energía y confianza.



Oh Maria, Madre de los migrantes, nosotros los ponemos bajo de tu amparo maternal. Bendícelos y condúcelos al encuentro con el Padre. Amén.​


Oración para pedir por los Migrante


Oh Cristo, peregrino antes de nacer hiciste de tu vida una marcha al encuentro del hombre no sabiendo donde reclinar la cabeza, quisiste que todo hombre tuviese siempre esperanza y así fuese peregrino para nunca morir. Te pedimos por el migrante: condúcelo a una tierra que lo alimente sin quitarle la identidad en el corazón haz de él pueblo que viva la justicia, en la solidaridad y en la paz.

Dale la gracia de ser acogido como persona hecha a tu imagen y destinada a formar Comunidad con sus hermanos en la fe. Que no camine más de lo necesario; y cuando se detenga, sienta que no caminó en vano. Que en él sea bendita la tierra que destinaste a él y a sus descendientes. Amén. 


Oración del Migrante


Señor, tu me conoces y sabes el dolor y la esperanza que llevo en el corazón. Dolor, pues mi familia se ha quedado sola y Esperanza, ya que llevo la ilusión de lograr mejorar las condiciones De vida para los míos. Tu fuiste Forastero y desde muy pequeño tuviste que migrar a otro País acechado por el peligro. También prometes como recompensa el cielo a quienes sepan acogerte en cada uno de los que, como Tu, vamos a otro País en busca de sueños. Llena de tu bondad el corazón de cuántos, entendiendo nuestra situación, nos alientan con su caridad a seguir luchando. Bendice a quienes nos hacen el bien en tu nombre y transforma los criterios y el corazón de cuántos se oponen, por egoísmo y orgullo, a que nuestro ingreso sea legal en el País al que nos dirigimos. ¡Que se construyan puentes y no muros metálicos que nos permitan encontrar una oportunidad para vivir mejor, crecer como personas y sacar adelante a nuestra familia! Cuida nuestro caminar. Que nunca nos sintamos solos y que no olvidemos nuestra fe, al contrario, la salvaguardemos y seamos testigos de ella con nuestra vida y actitudes. Virgen Santísima tu protegiste del peligro a tu Hijo cuando tuviste que migrar acompañando a José tu esposo. ¡Ayúdanos, cúbrenos con tu manto y haznos tornar sanos y salvos con los nuestros! Así sea.

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